El miedo a quedar fuera
En la película American Psycho (2000), Christian Bale interpreta a un ejecutivo cuya identidad parece reducirse a su tarjeta de presentación. Papel, tipografía, textura: toda su persona resumida en detalles materiales. La pertenencia a la empresa importa más que su valor propio. Detrás de la fachada, un vacío abismal.
Hoy, veinticinco años después, la amenaza es aún más radical. No es solo quedar fuera de una empresa: es quedar fuera del juego humano, desplazado por inteligencias artificiales que no sienten, no viven, no compiten realmente... Simplemente reemplazan. Cuando la calidad personal ya no basta, el ser humano se enfrenta, desnudo, a su condición más frágil: ser vivo en un mundo que no lo necesita. El derrumbe puede ser brutal si no se ha cultivado una fuerza interior, capaz de soltar todo para reconstruirse desde lo esencial.
Es natural buscar seguridad en lo material, en el estatus, incluso en la riqueza. Pero nada calma verdaderamente el miedo a la pérdida, excepto un amor incondicional al presente, libre de ilusiones. Algunos logramos enfrentarlo en pequeñas dosis. Otros, simplemente sufrimos, a veces toda una vida.
Hace veinte años, atravesé mis propias pérdidas. De esa experiencia nació Pointfulness: Una visión lúcida de la vida. Una invitación a vivir con alegría auténtica, despojada de artificios.
No es un negocio. No es un trabajo.
Es una disponibilidad profunda para hablar de lo que importa.
Y para prepararnos, juntos, a lo que vendrá.